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miércoles, 27 de marzo de 2013

ARBOLES DE NUESTROS BOSQUES: EL SAUCO

Detalle del tronco y las hojas






Las bayas nutren a muchas aves de nuestra fauna






Son arbustos de una gran frondosidad






Las hojas comienzan a brotar en el mes de Marzo

NOMBRE EN CASTELLANO: Sauco
NOMBRE EN ASTURIANO: Sabugo o beneito
NOMBRE CIENTIFICO: Sambucus nigra
Arbol o arbusto caducifolio que puede alcanzar los diez metros de altura, aunque normalmente, oscilan entre los cuatro y los seis. Es una especie muy adaptable a todo tipo de suelos, por lo que podemos encontrarlo en bosques, jardines, orlas arbustivas o escombreras y taludes de carreteras, es capaza de resistir fuertes heladas por lo que podemos encontrarlo en la práctica totalidad del Concejo de Tineo.
Su tronco es rugoso con tonalidades marrones y con la particularidad de que es hueco al igual que las ramas, conteniendo una especie de médula de color blanquecino en su interior.
Florece en primavera, con grandes flores blancas que aparecen en forma de racimos con un aroma particular, dotando al arbusto de una gran belleza estética,  por lo que fue de uso común en parques y jardines. Es un arbusto muy frondoso por lo que es muy frecuente que las aves aniden en su interior.
Estas flores a finales de verano y comienzos de otoño se convierten en bayas que sirven de alimento a multitud de especies de nuestra fauna, especialmente a pequeñas aves.
Sus hojas y tallos sin embargo, tienen un desagradable y fuerte olor que se aprovechaba por nuestros ancestros para espantar los insectos de los animales domésticos, especialmente para el ganado vacuno y el equino, evitando que “moscaran” en los meses de más calor del año

A pesar de su oquedad interna, la madera de sauco es de gran dureza una vez seca por lo que se utilizaba frecuentemente para la fabricación de mangos de pequeñas herramientas de uso cotidiano. Esta característica también se aprovechaba para la fabricación de juguetes: las “taqueras” se construían ahuecando un tronco de unos cinco centímetros de diámetro. Una vez agujereado, se colocaba un trozo de remolacha, patata, manzana, nabo… en uno de sus extremos obstruyendo el orificio, a su vez por el otro extremo, se introducía otro trozo de remolacha y con un palo del mismo grosor que el agujero, se comprimía el aire del interior, expulsando el trozo del extremo y provocando una pequeña explosión.

La “xiringa”, se fabricaba de una manera similar y la utilizaban los niños y niñas para lanzarse agua, empujando el palo percutor en el interior del tronco de sauco. Estos dos ancestrales juguetes, aún son fabricados en nuestros días por el artesano de Zardaín, Samuel Rodríguez, al que podemos ver en gran parte por no decir la totalidad, de eventos festivos que se celebran en nuestro concejo.

El “sabugo” era un árbol venerado por nuestros antepasados por sus propiedades medicinales, el nombre recogido en Tineo de “beneito” , tiene su equivalencia en el castellano en el adjetivo bendito, lo que nos da una idea de lo importante que era su uso en la medicina cotidiana de nuestros antepasados. Sus flores se usaban para inhalar en forma de vapores o cataplasmas. Su corteza y hojas también tenían usos terapeuticos e incluso sus bayas maduras, se usaban en la elaboración de jarabes, mermeladas o incluso licores.

Es un arbusto que se consigue muy fácilmente mediante el enraizamiento de sus ramas y aún se utiliza como repelente de roedores en los cultivos de los huertos de Tineo, se colocaban ramas de sauco clavadas en el suelo protegiendo el cultivo en cuestión y así evitando que los roedores  los atacaran.

Un arbusto de gran belleza que forma parte de nuestra biodiversidad y de nuestra cultura

martes, 12 de marzo de 2013

ARBOLES DE NUESTROS BOSQUES: EL ABEDUL

Abedules en el Paseo de las Aves (Pilotuerto)
NOMBRE CASTELLANO: Abedul


NOMBRE CIENTÍFICO: Betula pendula



NOMBRE EN ASTURIANO: Bedur, Bedul, Bedurio, Bidurio.


Detalle de las hojas del abedul

Estamos ante otra especie característica de nuestros bosques. El abedul, es un árbol caducifolio que puede llegar a los 30 metros de altura. No adquiere un gran grosor, ya que estamos ante un árbol no muy longevo, no suele pasar los 120 años de vida, por lo que raramente encontramos ejemplares con un diámetro superior al metro o metro y medio. Es un árbol que no soporta las podas severas, debido a que pierde mucha savia. 


Abedules en verano. (El Arenero)
 Tampoco soporta muy bien la competencia con otras especies, por lo que el abedul poco a poco va retrocediendo en extensión y número en los montes de nuestro concejo. Esta situación también se agrava debido a que su madera no está muy cotizada por lo que es una especie muy escasamente usada en repoblaciones forestales con fines madereros.
Yesca del abedul

A la izquierda, "picadeiro" de abedul
 En los ejemplares adultos, es característica su corteza blanca, que durante los meses invernales dotan a los bosques de abedules de una coloración especial, mientras son ejemplares jóvenes, la corteza es de color pardo muy parecida a la del cerezo. En nuestro municipio lo podemos encontrar desde las zonas más bajas sobre el nivel del mar hasta los 1.000 metros de altitud. Se trata de una especie que resiste muy bien el frío y tiene preferencias por suelos arenosos, incluso es frecuente verlo en riberas de los ríos. Suele ser una especie colonizadora, debido a la facilidad de nacimiento de sus semillas
 




Se recogen utilidades diversas sin mencionar su uso para madera y leña común al resto de las especies del bosque tinetense. Su leña no es precisamente de las más apreciadas, ya que generalmente se usaba en un proceso de secado medio para aumentar su valor calorífico y frecuentemente mezclada con otras especies de mayor rendimiento

Su madera blanda y de color blanco era apreciada en ebanistería para muebles  de interior, ya que sus condiciones no permiten su uso a la intemperie. Pero la utilidad más prestada en esta zona era para la fabricación de madreñas por los artesanos, “madreñeiros” que se dedicaban a la fabricación de este calzado de uso generalizado entre la población rural. También su madera seca, de gran ligereza, era utilizada para la fabricación de distintos elementos del carro del país



Su hoja, se recogía en las orlas arbóreas de los prados o en bosques que compartía con robles y castaños, con el mismo objetivo que en otras especies, obtener material de cama para la cabaña ganadera de la explotación y a su vez, conseguir el tan apreciado estiércol con el que abonar las tierras de cultivo.

Otra utilidad más desconocida es la que se daba a su corteza , “arna o paraza” , que se enroscaba sobre sí misma para fabricar una especie de teas o antorchas, denominadas “velas” que servían para alumbrar los trayectos nocturnos de los pobladores de antaño. Los restos de su resina impregnada en la corteza permitía dotar a los caminantes nocturnos de una rudimentaria iluminación. En otros lugares, también se ha constatado el uso de la corteza del abedul a modo de pergamino para la escritura, antes de la llegada del papel




También un tipo de hongos parásitos de estos árboles , el denominado lengua de buey, y conocida en la zona como “yesca”,  se utilizaba como secante de tinta a la hora de escribir y como combustible para encender fuego.

Amanita muscaria
 Su sistema de raíces y la descomposición de sus ramas y hojas, dotan al suelo de los bosques de abedul de un excelente sustrato para el desarrollo de hongos de varias especies, destacar las diversas variedades de boletus que podemos encontrar en estos hábitats o la espectacular y a la vez peligrosa, amanita muscaria que resalta en los suelos de los abedulares de esta comarca
Los boletos abundan debajo de abedules

Indudablemente, otra especie fundamental del bosque del Concejo de Tineo